El posparto es un momento de gran delicadeza, en el que ilusión, miedo, incertidumbre, soledad, sonrisas y lágrimas pueden convivir en pocos minutos, y del que (casi) nadie te habla sin filtros.  Ese momento en el que parece que todo el mundo sabe más de tu bebé que tú misma, su madre. Un momento de gran vulnerabilidad y, a la vez, de máxima fortaleza. El puerperio puede llegar a ser muy duro, y NECESITAMOS sentirnos arropadas, poder hablar de lo que estamos sintiendo, sin juicio ni consejos.  

El puerperio es ese momento que  se inicia después del parto y del que casi no tenemos información, o muy sesgada, poco real. 

En ocasiones, el parto  no ha sido aquella experiencia  que esperabas, y la recuerdas con tristeza, impotencia y frustración. Incluso rabia mezclada con culpa… o puede que el parto haya ido muy bien, pero que la lactancia esté siendo realmente difícil, dolorosa. Si hay algo que sientes que no puedes sostener, pide ayuda profesional. 

Necesitas sentirte acompañada para poder cuidar a tu criatura. 

El formato del acompañamiento puede ser individual y/o grupal. NO dudes en hacerte este regalo, de dedicarte este momento. Tu bebé es bienvenido/a.